La Reserva Natural Estero Padre Ramos, se localiza en el municipio de El Viejo, Chinandega, es el hogar de una impresionante biodiversidad, que la convierte en el refugio y sitio para la alimentación de especies en peligro de extinción, como lo es la Tortuga carey (Eretmochelys imbricata), reconocida por sus llamativos colores, su pico afilado en forma de halcón y su distintivo caparazón.

Como parte de la campaña nacional “Junt@s Conservamos Nuestras Tortugas Marinas”, el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales, MARENA, junto a Fauna & Flora, y el Instituto Nicaragüenses de la Pesca, desarrollan diversas actividades de educación ambiental en los departamentos de Chinandega, Rivas, Managua y Carazo, para promover prácticas de pesca, técnicas de manipulación y liberación correcta de tortugas marinas, con el fin de asegurar un mayor porcentaje de sobre vivencia de estas especies, sin afectar los medios de vida de las familias y comunidades.

“Este año estamos incorporando el componente de reducción de captura incidental dentro de la campaña nacional de protección y conservación de las tortugas marinas, para fortalecer la pesca responsable, sabemos que el pescador sale al mar en busca de su sustento, pero a veces es inevitable que las tortugas queden enredadas en las redes o sus artes de pesca”, comenta el Cro. Ronal Miranda, Especialista en Conservación Marina y Pesca Responsable de Fauna & Flora Internacional.

La Tortuga carey se encuentra en peligro crítico de extinción debido a diversas amenazas, como la captura incidental en artes de pesca, la pérdida de hábitat, la caza furtiva por su caparazón y la contaminación de los océanos, es así que mediante talleres y charlas de sensibilización se promueven prácticas correctas para reducir la captura incidental de estas especies, brindar alternativas para evitar la contaminación por plásticos, generar ingresos económicos en armonía con la naturaleza y fomentar en los comunitarios de Estero Padre Ramos, una pesca responsable.

Desde la práctica el Cro. Reynaldo Flores Vargas, pescador de la comunidad Padre Ramos, explica que  en el caso de capturar una tortuga de manera incidental “Hay que sacarla con cuidado, desenredarla con manera, no golpearla y treparla de forma que vaya con la barriga hacia abajo, el caparazón hacia arriba para que no se le volteé las tripas, una vez que ya la tenemos se sube a los botes o cayucos y se procede a desenredarla antes que ella se vaya a ahorcar con la red; una vez que nos aseguramos que está con vida se regresa al agua y no es que la vamos a aventar; sino que se debe dejar ir al suave, para que ella no se golpee, no vaya a agarrar aire al momento que caiga al agua”.

Para conocer el estado de la población de esta especie la salud y las tasas de crecimiento, se efectúan dos veces al mes, monitoreos acuáticos en las comunidades de Jiquilillo, El Chino y La Virgen de la Reserva Natural Estero Padre Ramos, sitios de anidación y alimentación donde pueden ser observadas las tortugas careyes.

“Generalmente, nosotros sabemos y conocemos de hembras adultas que son las que mayormente llegan a las playas a anidar, pero poco se conoce de los individuos juveniles que están dentro del estero, entonces eso nos permite estimar un tamaño más completo de la población, las tasas de crecimiento y el estado de salud de las especies”, explicó la Cra. Xóchilt Mondragón, Técnica en Conservación del Proyecto Padre Ramos, de Fauna & Flora.

Durante estas actividades rutinarias, se verifica que los individuos no tengan marcas metálicas o externas. En el caso de tenerlas, únicamente se completan las bases de datos. Se limpia la tortuga, retirando parásitos o bananos que pueden estar en la cabeza, caparazón, plastrón y aletas. 

“Pero de no tener las marcas externas se le aplican dos marcas metálicas en las segundas escamas de las aletas delanteras, si cumple con las medidas estándares para el marcaje interno o PIT, se le coloca un microchip en las aletas que contiene un código que funciona como una identificación, se pesa y se procede a liberar la tortuga”, refiere Mondragón, Técnica en Conservación del proyecto Padre Ramos, de Fauna & Flora.

La pesca responsable contribuye a la sostenibilidad y al mantenimiento de la salud de los ecosistemas marinos, afortunadamente hemos iniciado por hacer de Estero Padre Ramos, un refugio seguro para la Tortuga Carey.

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